Dos vigas curvas de hormigón en T, dispuestas concéntricamente, definen la geometría circular de la nueva comisaría de la localidad madrileña de Villanueva de la Cañada, construida por Picado y De Blas. Los accesos se articulan alrededor del cilindro de hormigón —de 13 metros de diámetro— intersecado con el cuerpo principal, que alberga la sede de Protección Civil. Un deambulatorio interior en doble altura convierte el núcleo de comunicación vertical en el corazón del edificio. La percepción del cilindro se rompe en el interior con los patios de ventilación que, junto a las losas macizas que conforman las cubiertas, las lamas de fachada y el jardín perimetral, aumentan la eficiencia térmica del edificio. El adoquinado exterior es de hormigón de desecho reciclado: 35.000 probetas de más de 100 obras de la Comunidad de Madrid.