«Jacobsen mantiene una postura personal semejante a la de los artistas de vanguardia de la generación anterior; trabaja en un plano distinto al de sus colegas daneses; no puede comprometerse con las cuestiones ejecutivas más allá de un cierto límite (para la SAS trabaja con una empresa especializada, la Kampsak, en una relación similar a la que mantiene Mies con las empresas americanas) y sigue un método de trabajo muy personal: gusta de dibujar por sí mismo, con gran cuidado, sus proyectos... Aun a pesar de las dificultades, el intento de Jacobsen es una de las experiencias más vivas de Europa, habiendo tratado de integrar, a un tiempo, las referencias locales y las internacionales y encontrar un nuevo punto de contacto entre la artesanía y la industria.»

Leonardo Benevolo, Historia de la arquitectura moderna, 1960.[+]