Hasta la reciente aparición de estos tres tomos, la documentación en castellano sobre la obra arquitectónica de Arne Jacobsen era más bien escasa. La celebración este año de su centenario es sin duda un momento idóneo para llenar esa laguna bibliográfica. Sin haber dejado de ser una referencia más o menos confesada para estudiantes y profesionales durante los últimos cincuenta años, el laconismo amable y desenvuelto del danés vuelve a estar en total sintonía con alguna de las tendencias actuales, que valoran la belleza de la eficacia sin complicaciones y la falta de afectación. Aunque se presentan planos, dibujos y fotografías de más de 120 obras construidas, además de varios proyectos no realizados, la exhaustividad no pretende ser total. El Jacobsen diseñador de éxito y el brillante pintor ‘frustrado’ aparece sólo en las ilustraciones: sus célebres muebles, piezas archiconocidas y otras que lo son menos forman parte de los interiores fotografiados, igual que las impecables acuarelas de los proyectos, incluidas por derecho propio en la documentación técnica de los mismos. El tercer tomo recoge los dibujos que Jacobsen realizó en pequeñas libretas de viaje: objetos, caricaturas, detalles constructivos y paisajes trazados a tinta y lápiz durante su prolífica madurez.