Situadas en Bayona, cerca de la frontera con España, estas 39 viviendas sociales —denominadas en proyecto como Le Hameau de Plantoun (la Aldea de Plantoun) y bautizadas por sus inquilinos como las ‘colmenas de madera’— formaron parte del plan presentado en 2008 por el entonces ministro de Medio Ambiente francés Jean-Louis Barloo, quien propuso un ambicioso conjunto de medidas de ahorro entre las cuales se preveía la construcción de viviendas de bajo coste y altas prestaciones energéticas.

La elección de la madera como el material clave de toda la intervención su funda en razones de distinta índole. En primer lugar, la búsqueda de la industrialización de todo el proceso constructivo con el fin de reducir costes, atenuando de esta manera la decisión inicial de la propiedad de recurrir a viviendas individuales en vez de soluciones con mayor densidad edificatoria. En segundo lugar, las peculiaridades de su emplazamiento, definido, por un lado, por la presencia de arbolado de porte y gran valor paisajístico —que era necesario conservar a toda costa— y, determinado, por el otro, por las características del suelo, poco propicias, en principio, para plantear sistemas de cimentación convencional. La ligereza de la madera como material de construcción hizo posible afrontar esta última familia de problemas, permitiendo que las piezas descansaran sobre plataformas levantadas del suelo y cimentadas sobre micropilotes. Por otro lado, desde el punto de vista paisajístico, el revestimiento lígneo que define la estética del conjunto no desdice de su singular entorno arbolado, sino que dialoga con él de manera directa. Finalmente, los requerimientos de seriación e industrialización pudieron ser atendidos con el uso de tableros estandarizados, cuyos despieces optimizados y fácil montaje en obra permitieron reducir los plazos de ejecución.

Ubicadas no lejos de la celebrada colonia de Hautes de Sainte Croix, construida por Marcel Breuer entre 1958 y 1961, el complejo presenta también una interesante investigación medioambiental y tipológica: fundada la primera tanto en las óptimas propiedades acústicas y térmicas del material escogido como en las estrategias seguidas para reducir el impacto de la huella de la intervención; y justificada la segunda en la flexibilidad espacial de las propias viviendas, distribuidas en piezas, algunas ajardinadas, de dos, tres o cuatro alturas.