Ubicado en un entorno residencial de Ibarra, capital de la provincia ecuatoriana de Imbabura, este proyecto se concibe como una extensión de su contexto. Se establece un diálogo respetuoso entre la edificación y el paisaje, incorporando estrategias sostenibles y prácticas que reducen el impacto ambiental.

Con una superficie de apenas 18 metros cuadrados, el espacio acoge diferentes funciones: coworking, showroom, taller de proyectos y, principalmente, la oficina del estudio ecuatoriano Quinta Fachada | Arquitectura Consciente —integrado por Alejandro Cevallos, Kevin Gutiérrez y Estefanía Valencia—. La versatilidad de su configuración espacial permite que estas actividades coexistan.

Taller Atemporal apuesta por una arquitectura que minimiza la huella ecológica tanto en su construcción como en su uso. La cubierta inclinada, estratégicamente elevada, permite que la luz natural inunde el interior. La madera laminada, material central de la estructura, no solo garantiza un bajo impacto ambiental, sino que genera una atmósfera cálida. Proveniente de fuentes certificadas de gestión forestal responsable, este material destaca por su durabilidad, eficiencia energética y su prefabricación reduce los tiempos de construcción y costes.

En las fachadas, la combinación de policarbonato con un biomaterial aislante a base de paja de arroz ofrece una protección termoacústica eficaz frente a las condiciones climáticas, al tiempo que refuerza la estética contemporánea del proyecto. En el interior, el uso de tableros OSB revestidos con microcemento proporciona una solución robusta y de bajo mantenimiento, mientras que la trasparencia del vidrio templado establece una conexión visual directa con el paisaje circundante.