Tomando como punto de partida una política del Gobierno chino cuyo objetivo es el fomento del desarrollo sostenible y la preservación los valores de la región, el proyecto consiste en la transformación de una parcela en ruinas con el objetivo de dotar a la localidad de Shangcun de un espacio público y multifuncional.

El solar se encuentra en un cruce de caminos, lo que lo convierte en un punto de encuentro natural para los vecinos. La nueva plaza ocupa el patio de lo que un día fue la residencia de la familia Gao, derruida debido a la falta de mantenimiento y de la que, además del patio, tan sólo quedaron en pie las cimentaciones y los restos de los muros de piedra.

Extremadamente respetuoso con el entorno, el edificio consiste en dos filas de tres columnas cada una, construidas en bambú por su gran flexibilidad, resistencia y relación con las técnicas constructivas tradicionales del lugar. El conjunto de esbeltos soportes da lugar a una retícula espacial regular de 5x5 metros que se cubre con tres bóvedas apoyadas en unos paraguas nervados de bambú que parten desde los capiteles de las columnas para soportar las cargas de la cubierta. Además, tejas recicladas de color negro revisten la parte superior de las bóvedas y protegen el nuevo espacio público de las lluvias, a la vez que contribuyen a integrar la construcción en la intrincada trama de tejados cerámicos de la ciudad.