Esta fábrica de balsas de bambú se sitúa en Xingcun, un enclave rural de la zona sur y tropical de China. La planta en forma de L del edificio da cuenta tanto del proceso de fabricación de las balsas como del clima.

 Del proceso, porque cada una de sus partes dispuestas a los largo de un esquema lineal atiende a una de las etapas de fabricación, que comienza con el almacenamiento del bambú y termina con el ensamblaje de las balsas. Y del clima, porque las crujías estrechas de la L —de 14 metros de luz— hacen posible la ventilación cruzada de los espacios interiores. 

Lo más singular del edificio es que, pese a su relación con el bambú, sólo están construidos con este material las carpinterías y las celosías que protegen las fachadas. 

El resto se ha levantado con derivados del cemento (muros de bloques de hormigón y tejas del mismo material), debido a la presencia de cementeras en el entorno. Por lo demás, el edificio se abre a la luz de manera controlada, a través de lucernarios orientados al norte.