Situados en el distrito de Woolwich, al sur de la capital británica, los tres edificios destinados a la especialidad de Tiro Olímpico serán construcciones temporales que se desmantelarán tras la celebración de los Juegos, para ser posteriormente reconstruidas en una nueva localización. Este carácter efímero es uno de los ingredientes que definen la estética de los edificios; los otros son su condición lúdica, y la que constituye la índole propia del tiro deportivo: su precisión. Dar cuenta a los especialistas de esta precisión, y ayudar a hacerla más comprensible para el aficionado durante los eventos deportivos, son los dos objetivos que definen la geometría y los acabados del campo de tiro. Por su parte, la apariencia desenfadada de su envolvente recoge el carácter festivo que los edificios olímpicos pretenden celebrar.

Esta duplicidad está presente en el esquema de los pabellones, que constan de dos partes claramente diferenciadas, pero vinculadas visualmente entre sí: las naves alargadas del campo de tiro, bajas y parcialmente abiertas al exterior, y las gradas contenidas en un volumen mucho más alto, que se conecta al anterior transversalmente, siguiendo la línea perpendicular que define la playa de tiro.

Los cuerpos que albergan los graderíos están formados por una estructura reticulada ortogonal, pero desmienten al exterior sus líneas rectas gracias a que la envolvente presenta una apariencia orgánica definida por grandes aberturas —que facilitan el acceso al edificio, y lo inundan de aire y luz— recortadas contra una membrana de doble curvatura, tensada y traslúcida, que se complementa con una segunda piel con el objetivo de generar una atmósfera difusa en el interior de los pabellones.

Por lo demás, la sostenibilidad ha sido uno de los parámetros determinantes tanto en la concepción como en la construcción de los edificios: todas sus piezas están moduladas y su ensamblaje es sólo mecánico; los materiales son completamente reciclables; la volumetría favorece la ventilación, y los espacios interiores están bañados de luz natural.