Pabellón olímpico de balonmano de Londres
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Pabellón olímpico de balonmano de Londres

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Pese a su nombre, el Pabellón de Balonmano albergará también otros deportes menos conocidos, como, por ejemplo, el fútbol para ciegos, juego en el que dos equipos —cada uno de ellos formado por cuatro invidentes y un arquero no invidente— se disputan la posesión de una pelota dotada de un pequeño cascabel, bajo la mirada atenta de una audiencia en silencio. De ahí que la flexibilidad programática haya sido clave en el proyecto del edificio, cuyos 15.500 metros cuadrados pueden albergar, gracias a un conjunto de gradas retráctiles, varios tipos de eventos deportivos, desde los partidos preliminares de balonmano (7.000 asientos) hasta las distintas modalidades de pentatlón (4.500), pasando por los ya citados partidos de fútbol para invidentes (6.000).

Esta flexibilidad programática se aúna en el edificio con la claridad en la organización de los espacios, y con la búsqueda de la accesibilidad universal, merced a un vestíbulo perimetral que, conectado a una plaza exterior, conduce sin solución de continuidad a una plataforma situada entre los dos niveles de graderío, funcionando asimismo como una grieta espacial que conecta visualmente el interior con el exterior del edificio.

Por lo demás, el pabellón se organiza de acuerdo a una sencilla geometría ortogonal en la que se ha primado la claridad volumétrica y constructiva. La singularidad estética del edificio no estriba de este modo en su rotunda forma prismática, sino en la manera en que su superficie queda matizada a través de la luz. Así, mientras que al exterior la piel se define por el juego de reflejos producidos por un revestimiento de paneles de cobre prepatinados, al interior el espacio se cualifica mediante la luz natural que baña la pista y el graderío, colimada por una serie de lucernarios. Con una longitud de 4.5 metros, los 88 lucernarios están revestidos de láminas reflectantes, protegidos por una cúpula autolimpiable y dotados de un mecanismo que permite controlar a discreción el nivel de iluminación, haciendo posible un ahorro estimado en el 40% respecto al gasto previsto para un sistema convencional.

Han acompañado al aprovechamiento de la luz natural un conjunto de medidas que permiten mejorar la eficiencia energética hasta en un 20% respecto de la restrictiva legislación británica. Así, el coeficiente de forma del edificio, y la reducción sustancial de las superficies acristaladas minimizan las pérdidas de calor; se ha incrementado respecto de la norma el aislamiento de la cubierta (0.18 W/m2K), y todo el edificio se ha construido con sistemas industrializados y materiales reciclables.

Obra

Pabellón olímpico de Balonmano, Londres.

Cliente

Olimpic Delivery Authority.

Arquitectos

Make.

Consultores

Arup (ingeniería); PIW (asesoramiento deportivo); DP9 (planificación); Southfacing (asesoramiento certificación BREEAM).

Contratista

Buckingham Grup con Populas y SKM.

Fotos

Album/View/Edmund Sumner; ODA; Make.