El Museo de Katyn conmemora una de las grandes matanzas políticas de la ii Guerra Mundial: la eliminación, entre abril y mayo de 1940, en el bosque de Katyn (hoy Rusia), de 21.768 oficiales del ejército, policías e intelectuales polacos detenidos por los servicios secretos soviéticos (NKVD) tras la invasión de Polonia en 1939.

El monumento ocupa tres antiguas construcciones militares situadas en la ciudadela de Varsovia: la puerta de Nowomiejska, que conecta el edificio con el casco histórico; el pabellón de artillería, donde se han dispuesto en dos plantas las zonas expositivas; y la armería, definida por un arquería convertida en un espacio conmemorativo.

El efecto catártico del monumento se confía a un simbolismo sutil: en la vieja armería se han dispuesto quince escuetas lápidas con los nombres de los asesinados; los viejos pabellones se organizan en torno a un nuevo parque conmemorativo, plantado de robles, que evoca la naturaleza trágica del bosque de Katyn; y los elementos de hormigón armado teñido que se han añadido a los viejos pabellones incorporan en su textura la huella de los objetos personales de los asesinados, como cartas o munición. Todo ello accesible a través de un estrecho paso entre dos poderosos muros de doce metros de altura, que dotan al conjunto del necesario carácter dramático...[+]