En la ciudad de Mérida, en la península de Yucatán (México), el estudio Materia Arquitectónica —dirigido por Gustavo Carmona y Lisa Beltrán— levantó el pabellón Quinta Montes Molina, galardonado con la medalla de plata en la categoría Cultura de la II Bienal de Arquitectura de la Ciudad de México. La intervención, que se realiza sobre una construcción de finales del siglo XIX, consiste en una cubierta funcional y capacitada para albergar los distintos eventos de un recinto que actualmente sólo puede funcionar como museo. Alrededor de un área de unos 1.000 metros cuadrados —la plaza central—, se disponen 36 columnas que sostienen una cubierta de hormigón. Estos soportes generan un recorrido en forma de U y crean una conexión entre el jardín, la plaza y el edificio principal, al tiempo que la geometría de la cubierta enmarca el cielo de Mérida. El techo, que no es más que una delgada lámina de hormigón, consigue que la presencia del espacio vacío que se crea sea muy potente. Del mismo modo, el carácter sólido y elegante de la antigua casa resuena con el hormigón blanco, material elegido precisamente por esta similitud con el edificio preexistente y con las fachadas de la ciudad. Pensando en la posibilidad de la existencia de algún desastre natural, el pabellón se refuerza con una estructura de acero auxiliar.