La cubierta del Hospital Materno Infantil Gregorio Marañón de Madrid —construido en 2003 por el arquitecto Rafael Moneo con la colaboración de José María de la Mata— se trasforma en un espacio de juego, según el proyecto liderado por Francisco José Padilla y Juan Manuel Nicás. Promovida por la Fundación Juegaterapia, la adecuación convierte este espacio en un lugar de recreo para lo que los niños ingresados puedan jugar al aire libre. De distintas alturas y tamaños, las figuras curvilíneas de hormigón blanco están apoyadas sobre esbeltos soportes circulares. Su cara inferior presenta matices como vidrios, perforaciones o mosaicos cerámicos. Bajo ellas, las manchas coloreadas de los pavimentos contienen las actividades y juegos.

Se distinguen dos zonas de distinto carácter según la calle a la acompañan. La más bulliciosa está situada junto a la calle O´Donnell, que cuenta con un pequeño escenario, columpios, toboganes, kiciclos, un laberinto y un espacio destinado a los adolescentes, con una mesa de ping-pong y una pequeña portería de fútbol. La segunda zona, más tranquila, es alargada y cuenta con una gran mesa irregular de dos alturas, un telescopio, un futbolín, tangram, canastas y un pequeño minigolf. Un vestíbulo con espejos conecta las dos áreas. Un cerramiento perimetral de malla envuelve el conjunto.[+]