En 1892 se fundó el hotel Weiss enfrente de la antigua estación de tren de Dornbirn. El nuevo complejo hotelero Flint incluye la antigua villa renovada, edificio protegido que ahora alberga seis suites, la de mayor de las cuales conserva el mobiliario original. La torre y el podio de dos alturas hacen referencia al edificio protegido existente. El diseño se basa en un claro concepto urbanístico que busca crear un diálogo entre lo nuevo y lo existente. Por un lado, la torre casi cuadrada se alinea con el componente vertical del edificio vecino en términos de profundidad y altura. El claro lenguaje de diseño de la estructura se ve acentuado por una fachada homogénea y escultural: el trabajo en hormigón de alta precisión y la disposición escalonada de las ventanas crean un juego de luces y sombras.