Fuglsang Kunstmuseum
Tony Fretton 

Fuglsang Kunstmuseum

Tony Fretton 


El Museo Fuglsang es un museo de arte regional destinado a albergar la colección permanente de arte danés del periodo comprendido entre 1780 y 1980 del Museo Storstrøm. El edificio, de 2.500 metros cuadrados, cuenta también con nuevas salas para exposiciones temporales, una tienda, un café, un centro de recursos didácticos, oficinas y un almacén para la importante colección de pintura y escultura que atesora el museo.

A diferencia de los museos situados en entornos urbanos, para llegar a Fuglsang hay que hacer un largo viaje por el campo danés, donde el paisaje y el mar dominan el espacio. Al final del mismo, tomando una carretera recta y estrecha junto a la que aparecen aquí y allá algunas construcciones rurales, se llega a un espacio abierto en el centro de una hacienda.

El nuevo museo es un edificio de poca altura, discretamente dispuesto entre las pre­existencias. Al igual que el largo granero y la fragua de su entrono inmediato, el museo se extiende hacia los campos, manteniendo al mismo tiempo una relación fuertemente axial, aunque distanciada, con el principal edificio del conjunto, la casa solariega y su entorno. La conexión entre ambos, casa y museo, queda reforzada por el perfil del museo, con sus tres lucernarios diagonales, en referencia a los tres gabletes del aristocrático edificio.

Al igual que los edificios que rodean el ‘patio’ y que muchas obras clásicas de la modernidad danesa, las fachadas del museo son de ladrillo. Ladrillo pintado de blanco, como el del granero vecino, con los lucernarios en ladrillo gris, el color de los tejados próximos. Una marquesina metálica con forma de cubo abierto, baja y amplia, proporciona refugio de la lluvia y encuentra un eco en un vestíbulo acristalado de similar escala y transparencia situado a la entrada del interior del edificio. Uno de los extremos del foyer está dispuesto como café; el otro, como librería y área de recepción. Ambos se asoman al exterior a través de un gran ventanal corrido abierto al patio de acceso; también tienen vistas hacia un taller de arte donde se imparte clase, dominado por un ventanal orientado a norte desde el que se descubre un cuidado jardín. Una puerta de vidrio en el área de recepción señala el camino hacia la biblioteca y las oficinas, situadas en la planta superior, así como hacia el pequeño salón de actos, los aseos y el guardarropa.

Desde el foyer se divisa con claridad la larga galería central del museo, a la que abren distintas salas de diferente tamaño y carácter. Al final de la misma se abre un espacio acristalado en tres de sus lados, que sirve como área de descanso y reflexión, abierto a las vistas del vasto paisaje: los campos de cultivo y el mar.

Las salas menores exhiben arte antiguo, iluminadas cenitalmente por los tres lucernarios visibles desde el exterior. Entre ellas se han dispuesto unos ‘nichos’ en los que disfrutar de una observación más íntima de las obras expuestas individualmente. De las dos salas mayores, de igual tamaño, la dedicada a exposiciones temporales es diáfana, mientras que la colección de arte moderno se muestra en un espacio compartimentado. También estos espacios expositivos cuentan con iluminación cenital, en este caso mediante un techo translúcido que toma la luz de otra serie de lucernarios, cuya presencia en la cubierta es más discreta que la de los tres ya mencionados... [+]


Obra

Fuglsang Kunstmuseum, Toreby, isla de Lolland, Dinamarca.

Cliente

Bygningsfonden/The Building Foundation.

Arquitecto

Tony Fretton.

Colaboradores

Donald Matheson (responsable del proyecto); J. McKinney, G. Derwent, A. Rabi, S. Rendel, M. Barton, N. Lundvall, S. Jones, G. Brown.

Consultores

Birch & Krogboe (estructura, instalaciones y presupuesto); Bascon (gestión de proyecto); Schønherr Landskab (paisajismo).

Contratista

CC Brun Enterprise.

Fotos

Peter Cook; Hélène Binet.