La Children’s Culture House extiende su volumen entre las dos paredes medianeras del solar, resuelve con su cuerpo plegado la diferencia de altura de una y otra, y contrasta, por su color y textura, con los inmuebles de ladrillo colindantes. La mayor parte del programa de esta dotación consiste en aulas-taller destinadas a fomentar la creatividad de los niños, y este carácter desenvuelto se expresa en el volumen del edificio, en el que, desde el punto de vista del material, no se distinguen las fachadas de la cubierta, todas ellas perforadas con grandes ventanas con marcos de madera que se recortan en una piel de tonos plateados. Esta piel está constituida por varias hojas: una interior de hormigón armado de 180 milímetros de espesor; una doble capa de aislamiento termoacústico con un grosor total de 250 milímetros; un panel ignífugo de yeso de 8 milímetros y, finalmente, conformando la hoja exterior, paneles de aluminio corrugado de 8 milímetros de espesor, sobre perfiles del mismo material...
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