En las afueras de Londres, en el municipio de Woking, la empresa automovilística McLaren —dedicada al diseño y fabricación de coches de Fórmula Uno, coches de alta gama, sistemas electrónicos y materiales compuestos— cuenta con un centro de tecnología y un centro de producción, completados en 2004 y 2011 respectivamente.

Diseñado para reflejar el alto nivel técnico del grupo McLaren, el centro de tecnología actúa como sede e imagen de la marca, además de albergar oficinas de diseño, laboratorios y salas de producción. Desde el aire, la construcción aparece como un artefacto circular, ocupado en parte por el edificio propiamente dicho y en parte por un lago artificial, que funciona además como refrigerador del sistema de climatización del edificio.

Una fachada de vidrio, protegida por el vuelo de la cubierta, se extiende en una curva continua a lo largo del borde del lago. Para asegurar la máxima transparencia entre el exterior y el interior se desarrolló, específicamente para este proyecto, una innovadora solución técnica que sustituye los montantes verticales por un sistema colgante. Así, las cargas de viento son absorbidas por una pieza de aluminio horizontal de doce metros de longitud que transmite el esfuerzo directamente a los pilares; mientras que tirantes de acero inoxidable de cinco milímetros resisten las cargas verticales. En el interior, la circulación se organiza en torno a calles lineales de doble altura, que articulan bandas de espacio flexible, donde se sitúan las áreas de producción y almacenamiento en el nivel inferior; y los estudios de diseño, oficinas y salas de reuniones en el nivel superior.

Un pasillo subterráneo conecta el centro de tecnología con el centro de producción, situado en la zona suroeste. Ambos comparten un mismo lenguaje en cuanto a detalles, acabados y materiales. Revestido con tubos de aluminio, el nuevo volumen rectangular se hace eco de la imagen del centro de tecnología redondeando sus esquinas y situando su acceso principal en un tambor circular de vidrio bajo el voladizo de la cubierta. La distribución lineal del centro de producción responde a la traslación directa del proceso de fabricación.

A pesar de contar con una superficie de 32.000 metros cuadrados distribuidos en dos niveles, el edificio se entierra discretamente en el paisaje para minimizar su presencia física. Un centro de visitantes, también semienterrado y conectado por un pasillo subterráneo, se sitúa en la entrada del complejo y cuenta con áreas educativas, espacios de exposición y un auditorio.