Centro de Artes Escénicas, Salamanca
Mariano Bayón 

Centro de Artes Escénicas, Salamanca

Mariano Bayón 


Formando parte de la serie de dotaciones impulsadas con motivo de la designación de Salamanca como Ciudad Europea de la Cultura en 2002, el Centro de Artes Escénicas se ha construido según el proyecto que resultó ganador en un concurso internacional abierto. Cercano al río Tormes y contiguo al parque de los Jesuitas, el edificio se levanta al otro lado de la antigua prisión provincial, hoy rehabilitada como Centro de Artes de Salamanca, generando así el mayor foco de actividades de índole cultural de la capital charra.

El volumen domina la nueva escena urbana se-parando dos plazas a distinta altura que jalonan la caída de la calle Vergara. Al norte y en la parte más alta, una plataforma conecta con un bulevar de reciente creación diseñado a modo de estancia ajardinada, mientras al sur, un paseo peatonal remata el final de la calle Arias Pinel. A su vez, el gran zócalo a caballo entre ambos ámbitos sobre el que se eleva el edificio propicia la aparición de una tercera plaza, la de acceso, con espléndidas vistas sobre la planicie castellana.

Aunque asume los valores de compacidad y pureza geométrica de la tradición salmantina, el edificio se aligera gracias a un mirador y a generosos ventanales, mostrando su voluntad de abrir el espectáculo a la ciudad.

Dentro del contenedor se encadenan espacios de distinto orden —vestíbulo, aulas y salas— a lo largo de cuatro plantas. La sala principal, que asoma en el vestíbulo con un paramento curvo que se hace eco del escenario, tiene capacidad para 1.434 espectadores distribuidos en la platea y en un anfiteatro de disposición frontal. Su caja escénica, con más de 30 metros de anchura y 27 de altura, cuenta con una de las embocaduras más grandes construidas en España. Acompaña a la gran sala un módulo de trases-cena de siete plantas, con acceso desde la doble dársena de mercancías de la calle Cánovas. En el lado opuesto del edificio, las aulas de ensayo se organizan alrededor de un mirador cubierto desde el que contemplar la cambiante escena urbana.

La imagen final es la de una caja leve: la piedra de Villamayor envuelve el edificio apoyada en una estructura metálica. En el interior, el diseño de los recorridos y las fuentes de luz natural transmiten la misma sensación ligera.

Con la voluntad de integrarse en la arquitectura salmantina, compacta y de geometrías netas, el paralelepípedo opta también por una calidad pétrea, si bien su imagen es la de una caja que levita. La piedra de Villamayor cubre las cuatro fachadas liberada de toda función portante, al emplearse apoyada en una malla metálica anclada a la estructura. Con este sistema, que dibuja largas alineaciones de vidrio, el prisma cumple el objetivo explícito en el proyecto de convertirse en edificio-espectáculo: los ventanales se cubren hacia el interior con lienzos blancos, sobre los que se proyectan, al caer la noche y con la luz artificial, las figuras de los asistentes a las representaciones. Se crea así un sugerente espectáculo de sombras chinescas donde los espectadores inadvertidos se convierten en actores.

Con las luces nocturnas los movimientos en el interior adquieren un sesgo escenográfico: el público que deambula por el vestíbulo pasa a protagonizar una función que tiene a los viandantes como espectadores .



Cliente Client

Ayuntamiento de Salamanca

Arquitecto Architect

Mariano Bayón

Colaboradores Collaborators

C. Izquierdo, R. Landínez, D. Sagredo, H. Arévalo, M. Armero, D. Pascual, E. Acosta, M. Gil-Fournier, L. Escudero, P. Bayón, M. Díaz

Consultores Consultants

J. Azañedo, J. Pérez (aparejadores quantity surveyors); T. Villamor (informática computer technician); J. Chomón, G. Cantalejo (estructura structure); ARGU, C. Ara (ingeniería engineering); Audioscan, A. Carrión (acústica acoustics); Chentrol (ingeniería escénica stage engineering

Contratista Contractor

FCC-Construcción; Thyssen (ascensores, plataformas elevadoras lifts, elevator platforms)

Fotos Photos

Miguel de Guzmán