Este prototipo de vivienda unifamiliar —diseñado para el Centro de Investigación de Edificios de Emisión Cero como plataforma de aprendizaje para la construcción de viviendas sostenibles— es un catálogo de recursos y soluciones para compensar todo la emisión de C02 que una casa produce. Sistemas de diseño tradicional (la orientación, en este caso sur-este es la más favorable, o la recolección de agua con cubiertas inclinadas) combinados con elementos de aprovechamiento y producción energética (paneles y colectores solares o energía geotérmica del terreno) pueden no sólo igualar el consumo, sino producir un exceso de energía suficiente para alimentar la batería de un coche eléctrico durante un año. Colaboran también el preciso cálculo de la posición y dimensión de los vidrios y ventanas —que enmarcan las vistas del entorno sin provocar desgastes energéticos— y el volumen general, cuyo factor de forma está optimizado para cumplir estos objetivos. En el jardín la piscina colabora con el sistema global refrescando el aire en los meses más calurosos y se plantan árboles frutales y vegetales que ayudan a la producción doméstica de alimentos. Por su parte, el interior emplea materiales capaces de almacenar calor en función de las necesidades de cada estación.