La intervención consiste en la reforma y la ampliación de pequeño bloque residencial en la ciudad barcelonesa de Sant Cugat del Vallès. La familia propietaria quiso completar la construcción del edificio que quedó sin ejecutarse en 2006, así como reformar el volumen existente con dos viviendas para actualizar las prestaciones de la envolvente. La ampliación supone tres nuevas viviendas de 60 metros cuadrados, una en cada planta.

El edificio original de 6 x 17 metros permite la construcción de un nuevo bloque simétrico, separado por la escalera exenta de 2 metros de ancho. La edificabilidad consumida en el edificio existente impide la construcción de la misma superficie, y son las terrazas anterior y posterior las que completan la ocupación hasta obtener dos volúmenes exactamente iguales.

La organización de las nuevas viviendas se resuelve mediante un núcleo central de servicios que separa la zona de día de la de noche, comunicando visualmente las terrazas situadas en los extremos opuestos. La nueva construcción presenta un sistema compuesto por una doble piel, formada por una caja cerrada, construida con paneles prefabricados de madera contralaminada, dentro de otra caja permeable, con una estructura tubular, de dimensiones mayores a la primera. Se utilizan elementos ligeros de construcción en seco, básicamente acero y vidrio.