Situado en los montes Torozos y en la comarca de Tierra de Campos, el pequeño municipio vallisoletano de Valverde de Campos cuenta con poco más cien habitantes. Los excedentes producidos por los parques eólicos se invirtieron en este edificio con espacios para la vida en comunidad que contiene la Casa Consistorial, el teleclub, una cafetería, un centro médico y centro de atención a los mayores.

Con apenas poco más de trecientos metros cuadrados cubiertos, la construcción está concebida como una pequeña ciudad cuyo recorrido interior se realiza a través de calles –unas veces cubiertas otras soportadas– y una pequeña plaza intermedia, sobre las que vuelcan las puertas de los distintos usos. El material principal de la construcción es la piedra calcárea local, que se complementa con la madera y el hormigón lavado en un lenguaje que combina la tradición y la modernidad.