La nueva Biblioteca Pública Carles Rahola de Gerona, situada en un céntrico solar rodeado  de bloques residenciales en altura, se erige como el mayor de los edificios que conforman la red de bibliotecas públicas de Cataluña. La obra, de planta cuadrada, hace gala de una gran rotundidad volu-métrica, y es precisamente esta forma abstracta la que deja entrever su carácter de edificio público y cívico y la que la distingue del tejido residencial que la envuelve. A nivel programático, el proyecto procura una síntesis entre los usos tradicionales y contemporáneos asociados a los centros culturales. Así, la biblioteca funciona como un lugar dedicado a actividades tan introspectivas como la lectura o el estudio, al tiempo que constituye un catalizador social para la ciudad.

Desde la nueva plaza pública se accede a la planta baja, abierta y dinámica, que contiene el área infantil y juvenil, un auditorio, un espacio expositivo, cafetería y la hemeroteca-vi-deoteca; mientras que en las dos plantas superiores se sitúan las salas de lectura, organizadas en torno a los diferentes contenidos temáticos. Los tres niveles públicos se vinculan a través de una gran escalera, en la zona de ingreso al edificio, desde la que se comprende una distribución interna organizada en torno a tres patios. Estos huecos, gracias a la trans-parencia de sus cerramientos, se convierten en ex-tensiones ajardinadas del espacio interior. El patio central funciona como un embudo que dirige la luz natural hacia el corazón del edificio, y cuenta con una pared vegetal de cuatro alturas que actúa como telón de fondo de la secuencia de plataformas verdes que recorre la obra. Además de este impluvium principal, existen otros dos patios en las esquinas del edificio, de una y dos alturas respectivamente.

La luz —en sus diferentes formas— es la principal protagonista de la biblioteca. Por el día inunda el interior con una intensidad tamizada y confortable para la lectura; y de noche el edificio se convierte, gracias a sus fachadas acristaladas, en una gran lámpara urbana para el barrio, simbo-lizando la ‘luz’ del conocimiento puesta al servicio de toda la sociedad. Por otra parte, las estrate-gias activas y pasivas ligadas a la sostenibilidad —como la maximización de la luz natural, la cons-trucción industrializada utilizando materiales re-ciclables y de bajo nivel de mantenimiento, o la inclusión de una fachada bioclimática formada por dobles paneles U-Glass— son parte del proyecto desde su concepción. El edificio cuenta además con un potente sistema de aislamiento térmico, una cubierta ventilada y el mencionado sistema de paredes y patios vegetales.