Biblioteca Municipal Caja de Cultura en Torrelodones
Gabriel Gallegos Borges 

Biblioteca Municipal Caja de Cultura en Torrelodones

Gabriel Gallegos Borges 


El arquitecto Gabriel Gallegos Borges (Valladolid, 1956) ha sido el encargado de adaptar la Villa Fabriciano, un edificio proyectado por en 1994 Francisco Javier Sáenz de Oíza, en un equipamiento cultural para la ciudad madrileña de Torrelodones. Esta construcción albergaba un espacio para la venta y exposición de mobiliario, un taller, un almacén y un anexo residencial. Tras abandonar su actividad comercial, el edificio fue adquirido por el Ayuntamiento para posteriormente convertirlo en biblioteca municipal.

Revestido con gres, el volumen sobrio y compacto presenta una planta rectangular, suma de los cuadrados que son la base de dos pabellones, rematados con pirámides truncadas de pizarra coronadas por lucernarios. Se establecen las líneas de ordenación mediante tres crujías longitudinales y seis transversales, en cuyas intersecciones se dispone la estructura vertical: soportes de hormigón armado en sus niveles inferiores y pilares tubulares de acero en el superior, sobre los que emerge la estructura metálica de los dos pabellones.

La intervención para la adecuación al nuevo uso comprende trabajos de derribo y consolidación, así como la incorporación de nuevas estructuras. Entre ellos destacan: la eliminación de tabiquería y particiones, como el techado de la vivienda que impedía la visión de la estructura de cobertura; la apertura de nuevos huecos en el cerramiento longitudinal orientado al patio interior; la instalación de carpinterías motorizadas en los lucernarios para facilitar la ventilación del espacio bajo cubierta; o una nueva escalera realizada con acero y madera.

Además, aprovechando parcialmente los soportes de la estructura con pérgola existente en el perímetro exterior de la edificación adyacente a la calle Ángel Yagüe, se genera una galería que actúa como filtro entre la biblioteca y la calle. El patio exterior se recupera para el desarrollo de actividades de los pequeños al aire libre. También se mejora el entorno urbano inmediato con elementos como una plazuela que permite cierta distancia visual-acústica con la calle Jesusa Lara.

La ordenación estructural y características formales del inmueble existente han facilitado su adaptación para la organización del programa funcional de la biblioteca en sus tres niveles.