Heredera de dos trabajos anteriores —casa Carter-Tucker y casa de la Península (véase AV 102)—, el proyecto para la Muestra Internacional adopta también una sencilla planta rectangular —en este caso y dada la amplitud del programa, con unas dimensiones de 38x8 metros—, y se incrusta, como ellas, en la ladera. La característica que distingue a esta pieza es la presencia de una doble piel transparente —envuelta parcialmente con listones de bambú y dotada de ventiladores para mover el aire— que no sólo protege la vivienda del sol y el frío sino que funciona en invierno como un colector de radiaciones solares, gracias a las células fotovoltaicas colocadas en la cubierta.

Las habitaciones se distribuyen en la planta superior como piezas autónomas siguiendo una secuencia a modo de código de barras, baño-dormitorio-patio, mientras la banda inferior aloja la zona de estar y la cocina; esta última funciona como el corazón de la vivienda al vincular en un punto tanto las dos alturas como la biblioteca excavada en la montaña con el estar más abierto e iluminado. Rehundido en el jardín se sitúa un observatorio circular cuya presencia rinde homenaje a las colinas que rodean Nanjing, donde se alzan numerosos observatorios y centros astronómicos... [+]