La intervención convierte en un centro cultural una antigua construcción perteneciente al complejo cooperativo agrícola de Flix, municipio tarraconense situado en la comarca de Ribera de Ebro. Con una superficie construida de 524 metros cuadrados, el
Una casa abandonada integrada en su entorno se rehabilita a través de la ocupación de la ruina y la ampliación de una serie de espacios y jardines interiores entrelazados. Generando un contrapunto con la torre de la vivienda vecina, el conjunto de pi
Los volúmenes se unifican con un mismo tratamiento material, un contraste de color y textura entre sus dos estratos: el inferior de muros de hormigón de carga y el superior con una cubierta blanca de madera laminada y los lucernarios.
La propuesta persigue integrarse con la capilla y el edificio Clotet para formar un conjunto unitario, y a través de su fachada generar un espacio representativo que permita mostrar la actividad del museo y lo conecte con la plaza y el edificio Meier