Una casa abandonada integrada en su entorno se rehabilita a través de la ocupación de la ruina y la ampliación de una serie de espacios y jardines interiores entrelazados. Generando un contrapunto con la torre de la vivienda vecina, el conjunto de pi
Los volúmenes se unifican con un mismo tratamiento material, un contraste de color y textura entre sus dos estratos: el inferior de muros de hormigón de carga y el superior con una cubierta blanca de madera laminada y los lucernarios.
La propuesta persigue integrarse con la capilla y el edificio Clotet para formar un conjunto unitario, y a través de su fachada generar un espacio representativo que permita mostrar la actividad del museo y lo conecte con la plaza y el edificio Meier