¿Viviría usted en una nave industrial?
El madrileño estudio Burr se especializa en el reciclaje de este tipo de espacios en lugares que habitar y en los que trabajar.
Para los políticos megalómanos son una golosina, pero la mayoría de naves industriales que quedaron abandonadas tras el desplazamiento de la producción industrial al extrarradio de las ciudades no suelen tener la suerte del museo Tate Modern de Londres (situado en una antigua central de energía) o del espacio cultural Matadero de Madrid (alojado en el viejo matadero de Legazpi). Lo habitual es que este tipo de edificios acaben demoliéndose para levantar bloques de viviendas en su lugar. La normativa de protección medioambiental impide que las naves industriales sigan funcionando en plena ciudad, pues su uso es contaminante y ruidoso. Sin embargo, no todas las razones que explican su desaparición son beneficiosas para los vecinos. Elena Fuertes, cofundadora del estudio de arquitectura madrileño Burr Studio, asegura que la pérdida del patrimonio industrial de las ciudades también tiene mucho que ver con la especulación inmobiliaria. “El precio del suelo de las naves industriales llega a duplicarse o triplicarse cuando la clasificación de su uso se cambia del industrial al residencial. El problema es que para llevar a cabo ese cambio de uso, hay que demoler las naves”, explica la arquitecta por teléfono...
El País: ¿Viviría usted en una nave industrial? Estos arquitectos solo le ven ventajas