Una profunda renovación aumentará la resolución y la rapidez de este microscopio gigante en Barcelona. Podrá observar una célula cancerígena sin dañarla o cómo se agrieta en segundos el material con el que se construye un avión.
Desde el aire, el sincrotrón ALBA parece una gigantesca hélice plateada. Considerado el «Fórmula 1» de la ciencia española por sus capacidades y dimensiones, este acelerador de partículas en Cerdanyola del Vallès (Barcelona), actúa como un grandioso microscopio. En el interior de su circuito, una gran estructura en forma de anillo, corren electrones a una velocidad asombrosa, casi igual a la de la luz. Estas espídicas partículas producen un haz luminoso un billón de veces más potente que los rayos X que se utilizan habitualmente en los laboratorios, revelando las secretas estructuras de la materia a nivel atómico, ya sea para escudriñar una célula, valorar la conservación de una obra de arte o examinar un fósil...
ABC: Un nuevo sincrotrón para ver lo imposible