«Con una rigurosa formación artesana combinada con un profundo conocimiento de las ideas y de la sensibilidad modernas (y ahora posmodernas), Peter Zumthor está lejos de ser el campesino soñador que algunos han descrito (...) Zumthor no elabora historias sobre el significado de sus formas y espacios, como suelen hacer muchos de sus colegas. Le preocupa crear edificios que nos afecten tan profundamente que seamos capaces de inventar nuestras propias historias acerca de ellos porque entren en resonancia con nuestra naturaleza física y mental. Él cree que ... “el verdadero núcleo de toda obra arquitectónica es el acto de construir” (...) y que “todo trabajo de diseño comienza por esa sensualidad física y objetiva de la arquitectura y sus materiales”. (...) Es un chamán de nuestro tiempo que transforma lo cotidiano en magia y poesía.»

Peter Davey en Peter Zumthor, 1998.[+]