Última moda: pisos de firma en Nueva York
El pabellón móvil encargado por Chanel a Zaha Hadid se alza en el puerto Hong Kong; un contenedor de formas blancas, suaves y curvas que muestra diversas interpretaciones de los icónicos bolsos guateados de la casa realizados por artistas contemporáneos. El pabellón —preparado para itinerar por Tokio, Los Ángeles, Nueva York, Londres, París y Moscú— llama más la atención por su diseño desmontable que por las obras mostradas. No es la primera vez que Hadid colabora con una marca de moda; tiene experiencia incluso como diseñadora de bolsos. En otoño de 2006, Louis Vuitton presentó el modelo ‘Bucket’ firmado por ella. La arquitecta, dando un paso más en el mundo de la moda, llevó la tercera dimensión al célebre monograma de Vuitton, extruyéndolo de la superficie del bolso, anunciando a quienes codician los objetos ‘de marca’ que la arquitectura es la forma de moda más sofisticada e inteligente, y sus productos los símbolos de estatus más contundentes. El último ‘artista invitado’de Tiffany’s es ni más ni menos que Frank Gehry, quien ofrece sus objetos elegantes a la par que formalistas, en forma de joyas, collares y anillos, sinuosamente enroscados alrededor del cuello, manos o torso de quienes los portan. El Vogue de noviembre de 2006 presentaba a la fundadora del estudio SANAA, Kazuyo Sejima, en un artículo sobre sus edificios para Dior y Prada. ¿Es ésta la confirmación de que la arquitectura se ha convertido en un asunto cotidiano? Más bien todo lo contrario: es la evidencia palpable de que los arquitectos y el poder estelar de las marcas arquitectónicas están fusionándose y reforzando el carácter exclusivo de la moda de más alto nivel. Tanto los arquitectos estrella como sus obras son susceptibles de convertirse en marcas, y dichas marcas son comercializables para los consumidores globales de artículos de lujo extremo. Artículos que van mucho más allá de los productos de moda adquiribles en tiendas; se trata de otro tipo de objetos maravillosos que producen un deseo de modos de vida y una envidia sin precedentes: las propiedades inmobiliarias y, muy especialmente, los pisos de lujo... [+]