Túnel del amor, 2014

El pasado 12 de febrero falleció Dan Graham, sin duda el artista contemporáneo que más acercó el arte, en particular la escultura, a las cualidades, desafíos, hallazgos y episodios críticos de la arquitectura moderna. Y lo hizo a través de una actividad polifacética en la que su propia obra artística se prolongó en numerosos textos que —para muchos de los que hemos germinado intelectual y profesionalmente en torno al arte— nos hicieron abrir los ojos y la mente al mundo construido de los edificios y las ciudades. Dan nos enseñó fértiles intersecciones entre el arte y la arquitectura, más allá sus vínculos históricos. Dedicó también gran atención a las prácticas híbridas que, además de la arquitectura, abarcaban las culturas y subculturas populares, como el rock and roll, la televisión o los cómics. Ávido lector y, sobre todo, viajero incansable por varios continentes, a los que le llevó no solo su trabajo sino su curiosidad y gran capacidad de asimilar información, Graham hablaba de arquitectura con conocimiento de causa, por experiencia directa de los edificios y no por cultura libresca. Siempre decía que era un ‘aficionado’ a la arquitectura: en su estudio, la colección de libros de arquitectura era exquisita pero no muy extensa...[+]