Desde su apertura, el Museo de Bellas Artes de Houston se ha nutrido de colecciones legadas por pudientes benefactores que han tenido que acomodarse en sucesivas ampliaciones del edificio neoclásico original. En la estela de las adiciones de Mies van der Rohe y Moneo, el nuevo volumen de Steven Holl remata ahora uno de los mayores campus museísticos del país.