Buckminster Fuller fue autor de algunos de los proyectos más radicales de la historia y dedicó gran parte de su vida, extraordinariamente activa, a explorar el tema de la casa. Sin embargo, uno de sus mayores logros fue el no haber proyectado nunca una casa convencional. Pese a todos sus detalles constructivos, maquetas y prototipos con la etiqueta de ‘casa’, su famosa serie de diseños experimentales para espacios domésticos producidos entre finales de los 1920 y finales de los 1940 fueron un desafío sistemático al concepto mismo de ‘casa’, e incluso al concepto de arquitecto. La genialidad de Fuller estuvo en su rechazo de muchas ideas preconcebidas respecto a la vivienda, una resistencia adoptada desde dentro de la disciplina. De hecho, el propio Fuller llegó a introducirse bajo la piel de la arquitectura, generando una inquietud que aún se detecta en ella...[+]