Delimitado por el río Ter, dos medianeras con patios de ventilación y una estrecha calle del centro de Ripoll, el nuevo espacio urbano diseñado por el estudio RCR (Rafael Aranda, Carme Pigem y Ramón Vilalta), junto al barcelonés Joan Puigcorbé, aúna en un único gesto tres infraestructuras urbanas: un puente-mirador, una plaza y otro volumen bajo ella destinado a actividades culturales. La plaza —construida sobre el solar de un antiguo teatro— se protege por un triedro permeable que, a modo de una nueva caja escénica revestida de un sutil trenzado de celosías, permite generar un espacio público polivalente accesible desde la pasarela tendida sobre el río. El acero corten con el que se ha construido todo el conjunto evoca el pasado metalúrgico de la localidad.