Libros 

Para hacer las paces con el pasado

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Para hacer las paces con el pasado

Luis Fernández-Galiano 
28/02/2002


La historia reconstruye el pasado desde las trincheras del presente. El esfuerzo por relatar los hechos «tal como realmente fueron» está irremediablemente teñido por la ubicación del historiador en el tiempo, que determina su punto de vista y condiciona sus herramientas analíticas. Si la historia general está estrechamente vinculada al clima político en cuyo marco se gesta, la historia de las artes no puede segregarse de los debates estéticos contemporáneos al historiador. La convicción de que éste ilumina el tiempo en el que vive tanto o más que el tiempo del que escribe subyace a las historias de la historia, que en las dos últimas décadas han proliferado en diferentes campos, pero que aún son escasas en el terreno de la arquitectura. Esta circunstancia hace especialmente valioso el libro de Panayotis Tournikiotis, que al ocuparse específicamente de la arquitectura moderna se enfrenta además a un conjunto de construcciones historiográficas casi simultáneas a los edificios que documentan, de manera que la historia se confunde sin remedio con la crítica, y a menudo también con el activismo cultural y la propaganda.

Redactada originalmente en francés, y defendida en 1988 como tesis de Estado (bajo la dirección de la historiadora Françoise Choay), la obra se publicó por vez primera en inglés, once años después de su lectura, y aparece ahora en castellano de la mano del arquitecto y profesor Jorge Sainz, que además de ofrecer una traducción impecable ha mejorado tanto el proyecto gráfico como la estructura del texto, para conformar una edición que supera en claridad visual y orden narrativo la versión anglosajona de la que proviene. No exenta de ambición canónica, y escrita con elegante precisión académica, la tesis elige nueve historias, publicadas entre 1929 y 1968, como corpus de relatos fundadores de la modernidad arquitectónica: tres libros de historiadores del arte de educación y orígenes germánicos —Pevsner, Kaufmann y Giedion— redactados todos antes de la II Guerra Mundial, en los que el registro y el análisis se confunden con la militancia a favor de la nueva arquitectura; tres historias de los años cincuenta, escritas por dos italianos y un norteamericano formados originalmente como arquitectos—Zevi, Benevolo y Hitchcock— donde la modernidad madura se somete a revisión confiada y optimista; y tres textos críticos de los años sesenta, a través de los cuales dos historiadores británicos y un arquitecto italiano —Banham, Collins y Tafuri—ponen en cuestión los dogmas modernos y exploran una relación diferente con el pasado.

Bajo su óptica escrupulosa y analítica, la aventura de la modernidad se percibe con la pulcritud pedagógica de una disección en un teatro anatómico, y a esta seca actitud colabora el método estructuralista del arquitecto griego, que en ocasiones se desliza de la taxonomía a la taxidermia. Pero no sería justo formular reproche alguno a esta obra necesaria, que cubre el territorio de la historiografía moderna de la arquitectura con más ecuanimidad y agudeza que The Rise of Architectural History, la prolija bibliografía antimoderna de David Watkin, y con más generosa extensión y voluntad interpretativa que Arquitectura y crítica, el útil manual introductorio de Josep Maria Montaner. Desde la distancia serena de un tiempo que ya contempla el Movimiento Moderno como un episodio histórico, libros como éste no pronostican ni preconizan un futuro, pero sirven de ayuda imprescindible para hacer «las paces con el pasado.» 


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