Un edificio pantalla aparentemente trivial pero cuya escala y posición singular en la ciudad lo convierten en una suerte de monumento: así es la propuesta con la que OMA / Reiner de Graaf ha ganado el concurso para la nueva sede de la Sociedad Nacional de los Ferrocarriles Belgas junto a la estación de Bruselas-Sur.

El concurso, convocado en 2018, tenía por objetivo doble rehabilitar tres edificios de ladrillo levantados con ocasión de la Exposición Universal de Bruselas de 1958, y reunir en un solo complejo a los 4.000 empleados que componen la parte administrativa de la empresa.

Ampliando el conjunto hasta los 75.000 metros cuadrados de superficie total, la propuesta da pie a una disposición eficaz en lo programático, que, muy en la tradición de OMA, convierte el diagrama de usos en uno de los principios generadores del proyecto. Esta rigurosa organización a través del diagrama se acompaña por una poderosa decisión formal, que es concentrar la mayor parte del programa en un volumen yuxtapuesto a los edificios preexistentes: un paralelepípedo de once plantas y 236 metros de longitud perforado con una trama de grandes huecos circulares, y que, dispuesto en paralelo a las vías ferroviarias, funcionará como el hito visual de toda la intervención.