OMA, la oficina de Rem Koolhaas, será la encargada de diseñar el nuevo Parque de Exposiciones (PEX) de Toulouse, un proyecto concebido como una nueva entrada a la ciudad, con espacios destinados a conciertos, convenciones y exposiciones.

Los holandeses han ganado el concurso partiendo de un concepto innovador que, frente a la tradicional configuración de los parques expositivos —que suelen dispersarse adoptando las configuraciones amorfas típicas de los sprawl—, propone reunir todos los usos programados en una única pieza, compacta y regular, una especie de pequeña ciudad ensimismada que reduce sustancialmente la ocupación del suelo con respecto a otros modelos, contribuyendo así a la preservación del entorno natural del edificio.

En cuanto a su estrategia formal, la propuesta reserva una franja de 2,8 kilómetros de largo y 320 metros de ancho para el desarrollo global del parque expositivo. En esa franja se sitúa la estructura del PEX, de 24 del altura y compuesta por tres bandas paralelas que cubren grandes luces: un gran artefacto de carácter monumental que queda definido por su horizontalidad y que se tiende, practicamente sin transformarlo, sobre el paisaje circundante.