El muelle de Langelinie, conocido por albergar la diminuta Sirenita de Copenhague, se reconvierte. A los pies de las dos torres unidas por un puente encargadas a Steven Holl se construirá la nueva sede de la entidad financiera FIH. En el concurso por invitación se convocó a cinco equipos, y finalmente se concedieron dos primeros premios, uno a la propuesta de los alemanes Sauerbruch y Hutton, y otro a la de los daneses Lundgaard y Tranberg, quedando fuera David Chipperfield, Henning Larsen, y Schmidt Hammer Lassen. Sauerbruch y Hutton jugaron su baza sostenible prometiendo un funcionamiento energético autosuficiente a base de aerogeneradores horizontales en cubierta y balance cero de emisiones. La construcción deberá ajustarse estrictamente al plazo (2011) y al presupuesto (47 millones) previstos.