Opinión 

Objeto tácito


Tham & Videgård, Casa K, 2004-2005, Estocolmo

Hay dos maneras posibles de describir el trabajo de un arquitecto: una se refiere a su trabajo profesional y otra a su obra construida. A diferencia de lo que creen comúnmente los comisarios, historiadores o críticos de arquitectura, la respuesta crítica al trabajo de un arquitecto es, en última instancia, el trabajo de otro arquitecto. Los arquitectos construyen mundos a través de un edificio detrás de otro, uno a uno y cada uno de ellos en relación con todos los demás, al menos en lo que sería un imaginario campo expandido.

En sentido literal y figurado, un edificio del pasado se puede corregir, mejorar o incluso refutar con uno nuevo. Como ocurre en cualquier otra obra de arte, movimiento artístico o creencia idiosincrásica, pensar en un edificio futuro presupone la aceptación ciega de sus circunstancias, de aquello que será su vida activa, de su ‘actualidad’. De ahí que la ilusión de anticipación, o de predicción de un estado de cosas, que se encuentra en el corazón de un proyecto arquitectónico, implique tanto un acuerdo tácito con su éxito esperado cuanto una aceptación de su potencial fracaso y refutación...[+]


Etiquetas incluidas: