Modernidad y tradición en la obra de Mies van der Rohe
No es extraño que la moderna tecnología produjera un impacto tan notorio en un arquitecto que, al fin y al cabo, se había educado en el aprendizaje de la construcción antes que en el conocimiento del ≪latín arquitectónico≫. Lo que si resulta digno de atención es la reinterpretación de todos los principios de la arquitectura hecha en base a las sugerencias de los nuevos medios constructivos. Kenneth Frampton propone un recorrido casi exhaustivo a través del trabajo miesiano dirigiendo su atención preferentemente hacia la sutil combinación de las preexistencias ≪eternas≫ de lo clásico y de la pura innovación, caracterizando cada una de sus etapas por un hallazgo tecnológico particularmente fértil en el terreno de la cultura arquitectónica.
Adolf Loos dijo una vez que un arquitecto es un albañil que ha aprendido algo de latín. La formación de Mies, como la de Loos, difícilmente pudo ser más artesanal, ya que también su padre fue cantero y del recibió la iniciación en el arte de construir. Es difícil imaginar algo más tradicional que el aprendizaje de tres años que Mies realizo con su padre desde los catorce años en adelante y, sin duda, fue en el taller paterno de Aquisgrán donde adquirido por primera vez ese profundo respeto por la albañilería que le iba a acompañar durante toda su vida. Este adiestramiento practico, junto con la educación elemental y dos años en una escuela profesional, fue de hecho la única formación que recibió hasta que se marchó a Berlín en 1905 con diecinueve años. El corto intervalo que paso como diseñador de escayolas, justo antes de dejar Aquisgrán, iba a marcar la pauta para los breves aprendizajes que realizo a continuación en Berlín, primero con un arquitecto especializado en la construcción con madera y luego con el famoso diseñador de muebles Bruno Paul…[+]