Renzo Piano: “Mi trabajo es construir lugares públicos para la gente y ver todo vacío es terrible”
El maestro italiano cuenta cómo percibe la arquitectura de los países donde ha trabajado, y cómo imagina el futuro incierto de las ciudades post pandemia.
La ambigüedad de la belleza, la percepción del espacio y la luz, los puentes, la sensibilidad por la naturaleza y la complejidad de un mundo cuyo último año ha sido absorbido por la omnipotente pandemia. Renzo Piano (Pegli, 1937), premio Pritzker de arquitectura 1998, desgrana algunas directrices de su alma e intelecto para poder enderezar una realidad perdida, desnortada, hecha añicos. Cuando se cumple justo un año desde que la covid-19 pidiera la vez. Con un ojo a Génova y otro virado hacia cualquier confín remoto de África o Estados Unidos, afirma que el ser humano está condenado a encontrarse en espacios públicos. Tan fácil; tan eminentemente complicado. No es de extrañar que él, desde siempre, rete a las utopías...