l estudio radicado en Delft pero con oficinas en Londres y Nueva York, Mecanoo, acaba de terminar en la ciudad de Kaohsiung el Centro Nacional para las Artes: un inmenso complejo que da cuenta tanto del poderío económico de Taiwán como de la internacionalización del trabajo de los arquitectos, que recientemente han ganado concursos tan importantes como el de la renovación de la Biblioteca Pública de Nueva York o el de los rascacielos de la Estación Norte de Shenzhen.
Dotado con un auditorio de 2.000 asientos y una sala de ópera con 2.250, el edificio aparece al exterior como una vastísima alfombra que se cala para capturar la luz, se ondula para acoger los distintos usos y se levanta del suelo para propiciar la permeabilidad del espacio público y garantizar la ventilación abundante que exige el clima subtropical del enclave.
Aunque resulte difícil no ver en la idea de la alfombra ondulada un eco del Rolex Center de SANAA, los autores dicen haber inspirado su edificio en las copas amplias, orgánicas y frondosas del árbol de Bengala, una especie local. Comoquiera que sea, la analogía ha exigido una gran y compleja estructura conformada con elementos curvos, cuya fabricación y puesta en obra ha sido el resultado de la colaboración entre constructores de barcos holandeses y taiwaneses.