1954-2021

La imagen de la arquitectura española de ese periodo fecundo que feneció con la crisis de 2008 estará siempre asociada con las fotografías de Lluís Casals, barcelonés nacido en 1954 que supo poner su retina exigente al servicio del volumen, el espacio y la luz, los ingredientes fundamentales que a su juicio construían los edificios. Tras formarse en la Escuela Universitaria de Diseño de su ciudad natal, Casals tuvo la fortuna de contar con la confianza de estudios importantes como Correa/Milá y MBM en los tiempos optimistas de la Transición, antes de colaborar con Moneo, Ferrater o Navarro Baldeweg, entre muchos otros, y convertirse en una respetada figura internacional. Dos son los aspectos más innovadores de su manera de ejercer la profesión: por un lado, la asunción de la fotografía a color en detrimento de las engañosas auras del blanco y negro, pero en pro de un realismo que no dejó de tener poesía, como evidencia su célebre imagen de la nave del Museo Romano de Mérida iluminada por un fogonazo de luz; y por otro lado, la consolidación del fotógrafo como artista mediador en el contexto de proliferación icónica ligado al éxito de las revistas de arquitectura. Casals falleció el 16 de febrero a los 67 años.