Los servicios de inteligencia de las potencias vigilan con inquietud a hackers que atacan tanto infraestructuras de naciones rivales como comercios pequeños. EE UU, la UE y Reino Unido acaban de señalar a China por la ola global de ciberataques. ¿Tiene freno la deriva hacia una ‘ciberguerra fría’?
Mientras Estados Unidos festejaba su independencia el fin de semana del 4 de julio un grupo de hackers rusos llevó a cabo uno de los más grandes y coordinados ciberataques de los últimos años. Los piratas, agrupados bajo las siglas REvil (Ransomware Evil), aprovecharon una falla en un programa de tecnología de la información utilizado por unas 40.000 compañías en todo el mundo. Esa fue la puerta de entrada para hacerse con el control de los sistemas de 1.500 comercios e instituciones tan diversos como once colegios en Nueva Zelanda o una cadena de supermercados en Suecia. Los criminales exigían 70 millones de dólares para enviar el desencriptador que permitía recuperar la información. Esta ha sido una de las últimas muestras de la democratización de los operativos de extorsión cibernética, una reiterada arma en el juego geopolítico...
El País: La última ola de ataques nos acerca a la ‘ciberguerra fría’