Nacido en Galicia e hijo de exiliados, fue un grande del diseño gráfico dentro de la psicodelia en Estados Unidos. Una retrospectiva de la Fundación Luis Seoane, ahora en el Musac de León, recorre su obra.
Víctor Moscoso (Vilaboa, 1936) cree que los estudios de los artistas son una extensión de su mente. Dice esto mientras quita el candado de la vieja puerta de una cabaña de madera que marca la entrada al suyo, anteriormente un espacio de parking. Dentro hay libreros con cientos de cajas amontonadas hasta el techo, a unos cuatro metros de altura. Acumula máscaras africanas, cometas japonesas, carteles de guitarras, muñecas antiguas, banderas de Estados Unidos, entre otros muchos objetos. El sitio lo preside una enorme pintura de una mujer sonriente cabalgando un dinosaurio a rayas, como si fuera un tigre. Es la portada de Run for the Roses, uno de los discos en solitario de Jerry Garcia, líder de la legendaria banda Grateful Dead.
El ácido lisérgico le ayudó a ir a contrapelo de lo que aprendió en siete años de estudios en las prestigiosas escuelas de Nueva York, Cooper Union, y de Yale, donde fue alumno del maestro de la Bauhaus Josef Albers. “Fue fácil una vez que descubrí que tenía que romper todas las reglas”, afirma Moscoso. Así fue tachando de la lista las cosas que supuestamente debía hacer: por ejemplo, tipografía legible y no usar colores vibrantes...
El País. Víctor Moscoso: “No hay que comprar el rollo ese de paz y amor”