El éxodo de empresas tecnológicas y trabajadores cualificados está cambiando la demografía y el paisaje urbano y político de ciudades como Austin, adonde se ha mudado Elon Musk, dueño de Tesla.
California, la tierra progresista de las oportunidades, frente a Texas, el Estado conservador de los pozos de petróleo. Entre estas dos formas de vida anda en juego el porvenir de Estados Unidos. De un lado, la soleada California. Del otro, la aún más soleada Texas, cuyas grandes ciudades han aumentado su población en los últimos años gracias a un fenomenal éxodo de trabajadores de la industria tecnológica. La histórica guerra entre estos dos polos, los dos Estados más poblados del país (suman 70 millones de habitantes y un PIB de 4,2 billones de dólares), se ha recrudecido en los últimos tiempos y el viejo dicho que hizo fortuna en los ochenta, “Si quieres conocer el futuro de Estados Unidos, ve a California”, ya no es tan infalible como solía...
El País. Bienvenidos al Silicon Valley del Sur: por qué Texas es la nueva California