La construcción, el arte y las personas
Miramos atrás y quizás somos capaces de desmadejar los hechos y las ideas, reconstruir itinerarios, intuir la complejidad de las cosas y, ciertamente, observamos cómo los intereses navegan en una cierta corriente, en una dirección. Y constatamos que las ideas y las cosas se transforman... Apreciamos un cambio y un movimiento, pero la certeza que nos da sobre el presente crece a la misma velocidad que nuestra incertidumbre sobre el futuro, pues si aquél cambió, no hay duda de que el futuro también lo hará. Aún así, nos proponemos dibujar esos desplazamientos que, como una corriente, han dado forma a nuestro entendimiento de lo que ha sido el museo en estos quince últimos años. Una mirada un tanto lejana, pero desde cerca, como si se entornara los ojos para prescindir de detalles y escuchar sólo el movimiento del conjunto.
Y si mantenemos los ojos entornados, y observamos el mundo de los museos, vemos tres conceptos flotando en el espacio: la construcción, el arte y las personas. Tres puntos iluminados que se desplazan los unos respecto a los otros, modificando sus distancias y su importancia, adquiriendo distinta luminosidad y peso. Con estos elementos, tomados dos a dos, podemos observar el trazado de las relaciones entre sus componentes, sus vínculos y nudos...