Juego de precisión
El ‘boom’ constructivo que la reunificación alemana trajo a Berlín supuso el despegue del estudio fundado en 1992 por el norteamericano Frank Barkow (1957) y la alemana Regine Leibinger (1963). Con una formación universitaria que arranca en orillas opuestas del Atlántico, los currículos de sus dos componentes se cruzan en la Graduate School of Design de Harvard, y quizá sea esta experiencia la que perfile su obra frente a la de otros equipos de jóvenes que ejercen en la recién estrenada capital alemana.
La lista de encargos habla de las dos nacionalidades de los socios y sorprende por un número de realizaciones poco frecuente para debutantes en el contexto alemán. Desde que en 1995 completaran la rehabilitación de una fábrica en Neukirch y la ampliación de un centro de formación en Connecticut, este dúo ha llevado a cabo un bloque de apartamentos y oficinas, varios jardines de infancia y la reforma de una central térmica —todos ellos en Berlín—, además de diversos edificios industriales dedicados a la producción de tecnología láser. Y es precisamente uno de estos últimos, la nave de la compañía Trump en la periferia de Stuttgart, el proyecto que les ha procurado mayor proyección internacional hasta la fecha. Inserta entre campos agrícolas, la actuación propone una planta flexible capaz de crecer con las necesidades cambiantes del cliente y una cubierta metálica organizada en bandas de norte a sur, cuyos pliegues se contrapean para iluminar el interior...[+]