1938-2021
Nacido en Valladolid en 1938, Prada Poole terminó en Madrid la carrera de Arquitectura en 1965, un año que no tiene especial significado pero que resulta representativo de una época marcada por el vitalismo, la psicodelia, la ambición tecnocrática y las pequeñas luchas políticas representadas por el Mayo del 68 francés. Fue precisamente en 1968 cuando Prada Poole entró en la órbita del Centro de Cálculo de la Universidad Complutense, donde descubrió las dos ciencias que nutrirían su idiosincrásica inventiva: la morfología y la cibernética. Con ambas, Prada acometió el empeño de desarrollar la «arquitectura neumática», con la que concibió sus primeras utopías: el Pabellón de Expoplástica (1968) y la Casa Jonás (1970). A estos siguieron la libertaria Instant City en Ibiza (1971) —una estructura hinchable, colorista y crecedera—, las once cúpulas para las Encuentros de Pamplona de 1972 —con su envolvente atmósfera de luz e intenso olor a plástico— y más tarde su bioclimático y celebrado Palenque para la Expo del 92. Encerrado en su burbuja, Prada Poole acabó su carrera dedicado fundamentalmente a la docencia, pero nunca cejó en su empeño visionario de convertir la liviandad, el aire y las metamorfosis en los materiales de la arquitectura del futuro.