(1942-2002)

El arquitecto francés Jacques Hondelatte sufrió el 2 de febrero un ataque al corazón del que no pudo recuperarse. Condecorado con el Gran Premio Nacional de Arquitectura en 1998, fue un inagotable investigador y un proyectista entusiasta, cuya actividad se inscribe en el espacio común donde convergen arquitectura, urbanismo, paisajismo, ingeniería y artes plásticas para configurar la ciudad contemporánea. Autor de obras como el internado del instituro Gustave Eiffel, en Burdeos —ciudad en la que vivía y trabajaba—, la escuela Goubert, en París y la casa Fargues, llegó a ser uno de los arquitectos más influyentes y respetados del momen-to. Implacable y apasionado, Hondelatte prefirió desarrollar su obra al margen de las fórmulas y ten-dencias que han caracterizado el panorama de la arquitectura reciente, una actitud que intentó transmitir a sus estudiantes de la Universidad de Burdeos, donde era profesor desde 1985. Algunos de sus proyectos más recordados —como el tribunal de esta ciudad y la ampliación del museo Rodin en París—, aún permanecen en el papel. En 2000, la séptima edición de la Bienal de Arquitectura de Venecia dedicó una retrospectiva a su obra.