De la Patagonia chilena a las islas más remotas del Pacífico, pasando por los cañones de Utah, las dehesas del Alentejo portugués, los desfiladeros de Omán, el desierto de Mongolia interior en China y un enclave tropical en Vietnam rico en aguas medicinales. Tal es el periplo global que aquí se propone: un viaje por siete paisajes a través de otros tantos establecimientos hoteleros destinados a públicos diferentes y concebidos con estrategias diversas, pero que comparten la sensibilidad de dar una respuesta específica a los climas y lugares donde están construidos. Mientras que en el Hotel Awasi en la pampa chilena se utiliza la madera local para una serie de pabellones modulares integrados en el paisaje, en el resort Amangiri de Utah los volúmenes se arraciman a la manera de las aldeas indias tradicionales. La idea de evocar un poblado autóctono y construirlo con materiales locales se aplica asimismo en el resto de proyectos seleccionados. Con sus pabellones blancos y compactos, el Ecork Hotel se inspira en los pueblos fortificados del entorno, al igual que el resort Alila Jabal Akhdar, encaramado en lo alto de un impresionante precipicio. Por su parte, el Hotel Lotus se organiza como si se tratase de un poblado temporal de yurtas; el resort en Nha Trang adopta la forma circular típica de ciertos barrios vietnamitas y, finalmente, el hotel en Vanuatu reinterpreta una aldea local con la estética del hormigón bruto.